Daryl Hannah, adepta a la moda ´Piense en verde... pero desde nuestras comisarías`
- Escrito por Redacción VivaLeBio - vivalebio.com
- Published in Zona V.E.P. (Very Ecological People)
En un esquizofrénico mundo que catapulta a la cima del Forbes 500 a sus mayores contaminadores y destructores mientras persigue y criminaliza a sus escasos defensores, tampoco las estrellas que intentan prestar su fama al servicio del planeta se salvan de este curioso baremo. Y es que nuestros ´VEP` ya no son lo que eran frente al poder cada día más voraz e implacable de las transnacionales de la devastación.
Uno de lo más firmes fichajes de la nueva moda ´piense en verde, pero desde nuestras comisarías` que causa estragos en las filas del activismo ecologista y animalista es la actriz, mediambientalista y vegana Daryl Hannah (Kill Bill, Blade Runner, Wall Street).
El pasado 30 de agosto, la veterana madrina –junto a Martin Sheen- de nuestro Festival Internacional de Cine de Medio Ambiente de Barcelona (FICMA) fue invitada a visitar por enésima vez las dependencias policiales de su país. En esta ocasión por expresar, junto a otro centenar de personas, su preocupación por las previsibles consecuencias medioambientales que puede tener el oleoducto Keystone XL entre Canadá y EEUU.
"Si Obama aprueba el oleoducto Keystone XL será un desastre”, tuvo tiempo de decir a la cadena ABC antes de ser abducida de la sentada popular celebrada frente a la Casa Blanca. "El problema de estos oleoductos no es si van a derramar petróleo, sino dónde lo van a derramar..."
Como ella, son miles los ciudadanos estadounidenses y canadienses que llevan meses manifestando su oposición a un proyecto que ya se ha cobrado 500 detenidos en Washington, y su decepción ante el servilismo de Obama a los intereses del petróleo.
Con un coste estimado de 7.000 millones de dólares, el oleoducto Keystone XL de la compañía TransCanadá recorrerá más de 2.700 kilómetros desde Alberta (Canadá) y atravesará los estados de Montana, Dakota del Sur, Nebraska, Kansas y Texas para doblar la capacidad del que hasta ahora conectaba a ambos países.
Tras la luz verde otorgada el pasado mes de agosto a su construcción, son varias las organizaciones que han puesto en duda la fiabilidad del informe de impacto medioambiental emitido por el Departamento de Estado de EEUU y las verdaderos intereses del proyecto.
En concreto la organización Oil Change International sospecha que, lejos de limitarse a reducir la dependencia energética, como sostiene TransCanadá, gran parte del petróleo del oleoducto tendrá como destino la exportación.