La leche procedente de granjas ecológicas no sólo supone, por normativa, unas condiciones de vida menos cruentas para los animales y menos tóxicas para el planeta que la de las explotaciones convencionales o intensivas, sino también importantes ventajas para la salud del consumidor. A los estudios ya conocidos, se suma ahora un informe del Centro de Investigación y Formación Agrarias (CIFA) que demuestra que la leche ecológica es más cardiosaludable y requiere de un menor gasto de pienso.

Tras dos años tomando muestras mensuales en 15 granjas lácteas de manejo diferente (ecológicas, convencionales y de explotación intensiva) dos investigadoras del Centro de Investigación y Formación Agrarias (CIFA) han publicado un trabajo en el que comparan la calidad y el perfil de ácidos grasos de la leche de vaca convencional y ecológica.

El estudio, realizado por Ana Villar y Margarita Barrachina, en colaboración con Gregorio Salcedo, del IES la Granja de Heras, y publicado por la revista Cría Salud, muestra que la leche procedente de explotaciones ecológicas presenta un menor contenido en grasa, lactosa y ESM (extracto seco magro) que la producida en las explotaciones convencionales.Además, contiene menor contenido en ácidos grasos saturados (AGS), y es más rica en Omega 3 y Ácido Linoleico Conjugado (CLA), lo que hace que su perfil lipídico sea más cardiosaludable.

Por otro lado, y según la información aportada por el CIFA, el seguimiento del manejo alimentario en las explotaciones estudiadas ha puesto de manifiesto que en las ecológicas, tanto el consumo de pienso como el consumo total de materia seca, proteína bruta, grasa bruta, y energía metabolizable, es menor que en las explotaciones convencionales.

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