Carlo Petrini ( Slow Food) presenta en Eco Sí el ''Manifest de Girona'' a favor de la agricultura ecológica
- Escrito por Franz Sternbald y Cristina Hernáiz - vivalebio.com
- Published in Zona Bio
El 3 de junio se inauguró en Girona la Feria ECO SI, un escaparate de propuestas alternativas de alimentación, educación, salud, ecoturismo, etc, que este año ha contado con un invitado de excepción: el italiano Carlo Petrini, fundador del movimiento 'Slow Food'.
Petrini llegó a Girona con una importante misión: proponer un cambio urgente y radical en la política agroalimentaria mundial que recupere el modelo tradicional de agricultura ecológica.
Para lograrlo, y en nombre del Movimiento Slow Food, y de otras organizaciones internacionales como Vía Campesina de Latinoamérica, presentó en rueda de prensa una declaración de intenciones, el llamado Manifest de Girona (Manifiesto de Girona), que aboga por una mayor implicación de los gobiernos en la alimentación de los ciudadanos para garantizar su origen, así como la recuperación de la biodiversidad mundial.
Estas son sus razones..
Manifiesto de Girona
Salvar diez mil años de culturas de la tierra está en nuestras manos
1. Comer sano y alimentarse bien es un derecho universal y, para conseguirlo, es necesario que en los mercados haya alimentos buenos, variados, limpios de productos fitosanitarios y de transgénicos y a un precio justo para el productor y para el consumidor. Una vez garantizada la alimentación, comer debe ser un placer.
2. La comida es una parte esencial de nuestra cultura, una herencia que hemos recibido, pero sólo en préstamo, porque tendrá que pasar a las generaciones futuras. Los herederos y depositarios de este patrimonio son los agricultores, el mundo pesquero, así como la cocina tradicional familiar y las nuevas cocinas de vanguardia. Tenemos, por tanto, la obligación de conservarla y mejorarla.
3. Debemos saber siempre qué comemos. El ciudadano tiene derecho a saber y la industria, la obligación de informar sobre el origen de cada materia prima y de todos los ingredientes añadidos en el proceso de producción y transformación. Las etiquetas deben informar de una manera comprensible y fácil de leer. También deben permitir la reconstrucción del camino que ha seguido la comida desde el productor hasta la venta al por menor, la trazabilidad.
4. La aparición de la agricultura industrial, que privilegia la cantidad, ha planteado muchos problemas a los agricultores tradicionales, entre ellos los precios, que ahora los fijan los industriales y los distribuidores. El campesinado, la ganadería y la pesca deben recibir un precio justo por su trabajo. Según la FAO (ONU), en el mundo no falta comida, sino que está mal repartida; cada día se tira una tercera parte, con el objetivo de mantener altos los precios de la venta al por menor y los costes de producción. Y, según la ONU, la agroecología es un modelo de futuro para la alimentación de todas las personas y la sostenibilidad del planeta.
5. La agricultura industrial intensiva se concentra en el cultivo de pocas variedades de alimentos. Esto ha hecho que muchas frutas, verduras, plantas silvestres y razas de ganado hayan desaparecido. Para siempre. Un monumento se puede reconstruir, una manzana perdida no podrá ser nunca más recuperada. Para garantizar que no desaparezca la diversidad biológica, hay que combatir la disminución de los cultivos y también la proliferación de variedades transgénicas, porque pueden contaminar las tradicionales.
6. La alimentación debe formar parte de los programas de los gobiernos, porque comer de una manera sana es la mejor prevención sanitaria y, por tanto, un ahorro para la economía colectiva. Esto exige volver a aprender a comer. Cincuenta años atrás, los padres, sobre todo las madres, transmitían los conocimientos alimentarios a los hijos, pero los cambios de la sociedad y la manera actual de vivir la familia ha llevado a perder esta escuela de vida y salud. Hemos de inventar otras formas modernas de información y de educación, como desarrollar programas pedagógicos en todos los centros de enseñanza.
7. La elección de la comida, que hace cada uno individualmente, tiene repercusiones personales, sociales y políticas. Por eso es importante que los productores reales y los ciudadanos consumidores establezcan vínculos directos. Se puede hacer a través de una presencia de relieve los agricultores en los mercados tradicionales, de la creación de nuevos mercados específicos y a través de nuevas formas de venta, como la compra a través de Internet. Es importante estimular también el compromiso de los restaurantes a servir platos con productos locales.
8. Hay muchos ámbitos de acción para conseguir una alimentación sana, que también sea económica y socialmente justa, sin renunciar al placer de comer. Es necesaria la colaboración de todos: campesinos, educadores, comerciantes, políticos, prescriptores y comunicadores. Pero sobre todo el compromiso de los ciudadanos, porque el acto de comprar los alimentos ya es una toma de posición.
Para adherirse al manifiesto, enviar un correo electrónico a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. especificando el nombre, apellidos y DNI.
Fotos y artículo: © F. Sternbald. VivaLeBio. www.vivalebio.com
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