Jardín sin tóxicos: Alternativas naturales al Glifosato
- Written by Cristina Hernáiz Valero - vivalebio.com
- Published in Salud
Tras años de advertencias de buena parte de la comunidad científica y ecologista, el mes de marzo de 2015 la Organización Mundial de la Salud clasificaba el Glifosato, el ingrediente activo del herbicida Roundup de Monsanto, como ´probable carcinógeno para los seres humanos`. Algunos países, como Francia, acaban de prohibir la venta de Roundup a particulares... Un buen momento para examinar las alternativas naturales a este peligroso tóxico.
Numerosos estudios científicos realizados en las últimas décadas han alertado de la alta toxicidad del glifosato, el herbicida comercializado con el nombre de Roundup por la corporación Monsanto y presente también en más de 300 productos herbicidas vendidos en Europa.
Entre la infinidad de voces, la asociación francesa ASEF, formada por más de 2500 médicos y profesionales de la sanidad, advierte de los riesgos del glifosato para la salud: ´Sólo tocar el producto, inhalarlo o ingerirlo (en el caso de los bebés o los animales) puede conllevar síntomas graves: alergias, quemaduras, irritaciones de la piel y de los ojos, dolor de cabeza, vómitos, diarreas`.
´Pero eso no es lo peor`, asegura la ASEF. ´Gran cantidad de informes científicos han demostrado que una prolongada exposición a este tipo de producto puede provocar importantes trastornos reproductivos, malformaciones del feto al nacer, disminución de la fertilidad, o abortos involuntarios... No sólo es muy peligroso para las mujeres embarazadas, sino también para los hombres en edad reproductiva!`
En cuanto a su impacto en el medio ambiente, la asociación alerta de que, ´una vez que se rocía en la maleza, este herbicida se filtra en el suelo, para llegar a nuestras aguas subterráneas y nuestras aguas superficiales. Problemas reproductivos en las ranas, cambio de sexo en los peces, transformaciones en las algas, desaparición de aves ... son solo algunas de las consecuencias que cruzan el desierto`.
Este año también la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado el Glifosato, el ingrediente activo del herbicida Roundup, como ´probable carcinógeno para los seres humanos`, basándose en el análisis de estudios de la exposición realizados en USA, Canadá y Suecia desde 2001, que aportan “pruebas limitadas” de que el glifosato puede provocar el linfoma de Hodgkin en seres humanos.
Según Greenpeace, existe asimismo evidencia de que el glifosato puede afectar el sistema nervioso e incluso podría estar implicado en el mal de Parkinson.
No obstante, en multitud de países, son incontables los agricultores, ayuntamientos, o jardineros que lo siguen empleando de forma sistemática para eliminar las llamadas ´malas hierbas`, sin sospechar el peligro al que se someten a sí mismos y a su entorno.
En Francia, según ASEF, un tercio de los llamados ´jardineros de domingo`lo usaban habitualmente para mantener sus jardines “perfectos”, hasta que el pasado mes de Junio de 2015 y tras el anuncio de la OMS, La Ministra de Ecología, Ségolène Royal, decidió prohibir su venta a los particulares.
Ahora muchos se preguntarán: ¿Cómo luchar contra las llamadas "malas hierbas" sin recurrir a estos peligrosos tóxicos?
Alternativas naturales al glifosato
´Los amantes de los jardines a la francesa pueden estar tranquilos`, explica S. Noret, de la organización ASEF. ´Podrán continuar atacando las malas hierbas, pero sin necesidad de echarles por encima el equivalente a una bomba nuclear`.
A MANO
Para empezar, si se trata de pequeñas superficies, basta con arrancar manualmente las malas hierbas para impedir su proliferación, desde el mismo momento en que asoman.´Si les parece que es demasiado esfuerzo, díganse que la salud de sus hijos lo vale!`.
ACOLCHADO
Si el sistema manual resulta un poco ancestral (aunque: ¿de qué se trata cuando se quiere hacer auténtica jardinería?), se puede emplear la técnica del acolchado, sencilla y de una eficacia irrefutable: Sólo hace falta colocar alrededor de las plantas una capa o colcha de materiales protectores, como paja, virutas de madera, hojas muertas, o incluso los restos del césped cortado. Como valor añadido, esta técnica permite conservar la humedad y disminuye la necesidad de riego del jardín.
LONA o malla NEGRA
Para limpiar una zona más grande, también se puede cubrir con una lona negra el área a tratar, ya que, en ausencia de luz, las malas hierbas mueren en pocos días.
LOS REMEDIOS DE LA ABUELA
Por otro lado, siempre es posible optar por ´los viejos remedios de la abuela`, que, además de eficaces, son de lo más económico: Agua hervida, aceites esenciales de albahaca y cítricos, sal gorda, vinagre blanco, purinas…
Por ejemplo, para zonas pequeñas, como terrazas o patios, podemos cocer patatas y verter el agua caliente usada en la cocción en el área que se quiera limpiar de hierbas, o bien un litro de vinagre blanco mezclado con medio litro de agua.
Para una mayor eficacia aún, se puede poner sal gorda al pie de las plantas indeseadas (la sal es también un excelente insecticida natural contra pulgas, si tenemos animales domésticos).
Otra solución de extrema y comprobada eficacia es el estiércol de ortigas. Para conseguirlo, sólo hay que dejar macerar durante bastantes días un kilo de estas plantas en unos 10 litros de agua, et voilà un increíble herbicida natural que no hará daño ni a propios ni a extraños.
VIVAN LAS ´MALAS HIERBAS`!!
Por último, y no menos importante, tanto la ASEF como numerosas organizaciones ecologistas nos recuerdan que la mayoría de las -erróneamente- llamadas ´malas hierbas` no tienen nada de malo para nuestros jardines. Por el contrario, son precisamente las plantas adaptadas al entorno y climatología de la zona, e imprescindibles para la salud del jardín. Si dejamos al menos un área libre donde puedan crecer, atraerán multitud de buenos insectos y aves que las necesitan para vivir!!
Para profundizar un poco más en la jardinería sin tóxicos, te recomendamos descargarte le Petit Guide Santé du Bio-Jardinage de la ASEF (en francés).
17 de agosto de 2015. Redacción VivaLeBio. www.vivalebio.com