Michael Moore decidió, la madrugada del pasado día 5 de marzo, volar a la ciudad de Madison (Wisconsin) para pronunciar al mediodía un incendiario discurso de apoyo a las protestas de los empleados del sector público contra las medidas anti-sindicales propuestas por el gobernador republicano Scott Walker (Tea Party).

Acompañado por la congresista Tammy Baldwin y la cantante Michelle Shocked, el cineasta habló así de claro ante una multitud inusualmente nutrida de manifestantes:

'Estados Unidos no está en bancarrota”, afirmó. 'El país dispone de riquezas y de efectivo. Lo que sucede es que no están en vuestras manos. La riqueza se ha transferido, en el mayor atraco de la historia, de los trabajadores y consumidores a los bancos y las billeteras de los super ricos. Hoy sólo 400 estadounidenses tienen la misma cantidad de riqueza que la mitad del total de los estadounidenses. Si ustedes no pueden llamar a esto un golpe de Estado financiero, entonces no están siendo honestos con lo que en su corazón saben que es verdad'.

El discurso no es novedoso. Las cifras tampoco. Cada año la ONU dispara balances de injusticia escalofriantes en sus informes sobre el reparto de la riqueza en el mundo. Cuando Moore habla de 'el mayor atraco de la historia' quizás debería recordar que EEUU, con tan sólo el 6% de la población mundial, lleva años consumiendo aproximadamente el 48% de la riqueza total del planeta. Lo novedoso quizás sea que en esta última década los ciudadanos de los países del Norte estamos padeciendo como nunca nuestra propia medicina…

• Zurück
• Weiter