Carrera contrarreloj por salvar el Ártico

  • Escrit per Redacción VivaLeBio - vivalebio.com
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El hielo del Ártico, del que depende la vida de los osos polares, las morsas, los narvales y los demás habitantes de la zona, además del mismo equilibrio climático de todo el planeta, está desapareciendo a marchas vertiginosas.

Cada tres minutos el Ártico pierde una superficie de hielo equivalente a la del Santiago Bernabéu.

En los últimos 30 años se han fundido tres cuartas partes de la capa de hielo flotante de la cima de la Tierra y las evidencias científicas indican que en unos 10 años (30 antes de los estimados en los peores augurios del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU) , el Polo Norte podría quedar al descubierto durante el verano.

Foto: Osos polares, Greenpeace

Supondrás que los gobiernos de los países afectados están ocupados (o al menos preocupados) tomando medidas para evitarlo? Frío, frío. Muy por el contrario, los gobiernos -y sus empresas allegadas- de los países próximos se están frotando las manos ante la posibilidad de lanzarse al asalto sobre la zona del Polo Norte que hasta ahora pertenecía a la humanidad y que, con el deshielo, quedará desprotegida.

En otras palabras: se están preparando para reclamar su soberanía territorial sobre el fondo del océano Ártico que queda libre de hielo con el fin de abrir paso a sus empresas. Shell, BP, Exxon, Gazprom y otras petroleras, en gran parte responsables del deshielo y del cambio climático con sus emisiones contaminantes, ya están listas para agujerear el fondo del mar en busca de petróleo; Las flotas de pesca industrial han comenzado a pescar con redes de arrastre en aguas del Ártico, y los países de la zona están armándose para un posible conflicto por el Ártico.

Esta es el increíble pero real escenario actual en  la ´´última frontera`` intacta del planeta, que durante más de 800.000 años ha vivido en el hielo y ahora se está derritiendo por nuestro uso desmesurado de energías fósiles sucias.

Científicos y ecologistas advierten de que la desaparición total del hielo, que ya se vislumbra cercana, tendrá efectos devastadores tanto para los moradores del Ártico como para los del resto del mundo, ya que el hielo refleja gran cantidad de calor solar hacia el espacio y mantiene así fresco al planeta, estabilizando los sistemas meteorológicos de los que dependemos para cultivar nuestros alimentos. Proteger el hielo significa protegernos a todos.

Así lo entienden Greenpeace y los ciudadanos que estos días están participando en la campaña contrarreloj #SalvaElÁrtico para intentar proteger este regulador climático planetario (curiosamente, nuestro "aire acondicionado" frente al cambio climático) de las amenazas del petróleo, la sobrepesca y el propio cambio climático.

´´Del Ártico depende la vida de todo el planeta. Sin embargo, está siendo objeto de un asalto por parte de petroleras, gobiernos y grandes flotas industriales de pesca sin escrúpulos. Es particularmente aterrador ver cómo las petroleras, causantes en buena medida del cambio climático, ahora buscan lucrarse de la pérdida del hielo ártico. No podemos permitirlo. Tenemos que abandonar la era del petróleo y salvar el Ártico``, explicaba Mario Rodríguez, actual director de Greenpeace España, el día del lanzamiento de la campaña mundial.

Lo aún más sorprendente es que para llamar nuestra atención hayan tenido que contar con el apoyo de algunos rostros famosos a nivel internacional, como Jude Law, Annie Lennox, Hugh Grant, Robert Redford, Paul McCartney, Red Hot Chili Peppers, Edward Norton, etc, y en el caso de España, con los de Javier Bardem, Eva Hache, Fernando Trueba, Miquel Barceló, Penélope Cruz, Alejandro Sanz, La Sonrisa de Julia o Pedro Almodóvar, pues, según deja bien claro Greenpeace en la web www.salvaelartico.es y en el informe El Ártico, la última fronterala situación no está para andarse con dudas…

Aquí tienes algunos datos:

El Ártico, un paraíso helado

Harbor seals, Greenpeace

El ecosistema ártico es quizás el más vulnerable de la tierra a los ataques del ser humano.

Su lejanía, el  delicado equilibrio de sus ecosistemas y las condiciones climáticas extremas que lo caracterizan hacen que cualquier cambio brusco tenga consecuencias imprevisibles.  En su entorno helado, donde todo sucede a un ritmo especialmente lento –como  el  desarrollo  de plantas y animales– , los efectos y la toxicidad que provocaría, por ejemplo, un vertido de petróleo permanecerían por largo tiempo. La contaminación afectaría a muchas generaciones de seres vivos y a su entorno, máxime si tenemos en cuenta que la ausencia de luz solar inhibiría la degradación del petróleo vertido.

La zona es rica en aves marinas, como el arao de Brünnich, el cormorán, la gavina y el eider real, especialmente vulnerables a los cambios y a los vertidos tóxicos como los de petróleo, ya que comprometen  la capacidad de aislamiento de su plumaje.  

También es  importante para muchas especies únicas de mamíferos marinos, como las ballenas de Groenlandia, los narvales, las focas barbudas y las morsas, que lo visitan en invierno, o las ballenas minke, jorobadas, rorcuales y azules procedentes del sur, que llegan entre mayo y junio, y las focas anilladas,  que permanecen durante todo el año. Las focas de Groenlandia y las focas narizonas comienzan su migración a lo largo de las  costas occidentales de Groenlandia entre mayo y junio y permanecen en la zona hasta noviembre y diciembre. Los osos polares también viven ahí de febrero a mayo.

Las crías de foca son seguramente los  animales más vulnerables a los cambios y ataques a este  vulnerable ecosistema, ya que cualquier modificación y alteración del pelaje natal que las aísla del frío significa la muerte para ellas.

Los impactos que sufra la costa ártica tendrían repercusiones en todo el ecosistema, incluido el interior, porque se producirían reacciones en cadena. Tanto las especies del interior como los osos polares y los zorros dependen en gran medida de los recursos costeros, si  estos se ven contaminados por ejemplo por un vertido, todo el ecosistema ártico se verá inevitablemente
afectado, dado que las toxinas se bioacumulan y se transmiten a través del ciclo alimentario.

Los meses de verano son los de mayor belleza y  vulnerabilidad del Ártico, ya que se producen las  migraciones estacionales y el flujo de animales y la vida es mayor: las ballenas azules y salmones inician sus  viajes y las aves migratorias comienzan su etapa de reproducción, para lo que millones de aves atraviesan las aguas frías del Ártico en sus migraciones globales.

Bajo el mar helado, la riqueza natural no termina, y a pesar de las temperaturas extremas, seres vivos como los corales de agua fría mantienen su lento desarrollo y crean un hábitat que da a su vez cobijo a otras especies.  Algunos de ellos, con 2.000 años de antigüedad, se encuentran entre los animales más antiguos de la Tierra.

Un buen ejemplo de la vulnerabilidad de la zona fue el vertido de 1989 del Exxon Valdez, en el golfo de Alaska, cuyos efectos aún siguen presentes en los  entornos marinos y costeros de la región. El vertido, que derramó más de 250.000 barriles de crudo en Prince William Sound, se sigue notando con bolsas de petróleo en forma de sedimentos bajo las playas de grava.  Aún tienen que recuperarse  las poblaciones de nutrias de mar, cuyo número se redujo a la mitad,  y algunas especies de mamíferos marinos, con toxinas incorporadas en su grasa, se encuentran al borde de la extinción. El número de orcas se redujo un 40%  y su supervivencia en Prince William Sound sigue siendo incierta.

Entre los principales perjudicados por las amenazas que se ciernen sobre le Ártico están también los cuatro millones de personas que habitan en la región. Según el grupo ecologista Pew,  un vertido en el Ártico tendría unas graves consecuencias para las comunidades indígenas , y el USGS (United States Geological Survey/ Servicio Geológico de Estados Unidos) determinó que el impacto a largo plazo de la explotación petrolífera en las comunidades indígenas es desconocido porque se requiere “información adicional” a fin de “determinar el peligro potencial para los medios de subsistencia de las poblaciones nativas”.

Prospecciones petrolíferas

oil

Ha comenzado la fiebre del Ártico.

A pesar de todo ello, petroleras como Shell, BP, Exxon y Gazprom, entre otras, prefieren arriesgarse a un vertido en el Ártico para poder extraer una cantidad de petróleo que sólo cubriría la demanda mundial durante tres años. Las mismas compañías que hicieron que el Ártico comenzase a derretirse están buscando enriquecerse con el deshielo. Quieren abrir una nueva frontera petrolífera para obtener, teóricamente, 90.000 millones de barriles de petróleo. Esto, que significa muchísimo dinero para ellos, solo equivale a tres años de petróleo para el resto del mundo.

En concreto, la petrolera Shell ha decidido dedicar miles de millones de dólares a la búsqueda de ese preciado petróleo. Para ello, ha enviado este verano dos plataformas petroleras obsoletas y anticuadas para perforar cinco pozos en los mares de Beaufort y de Chukchi con el consiguiente riesgo de un desastre ecológico que dejaría corto el vertido de crudo del golfo de México.

Una explosión grave bajo las heladas aguas del Ártico tendría unos efectos devastadores para el medio ambiente de la región. Las temperaturas bajo cero, los enormes mares, los vendavales con fuerza de huracán, los largos periodos de oscuridad total, una ventana operativa muy estrecha, una ubicación tan remota y la casi total ausencia de infraestructuras, plantea serios problemas para la seguridad de las operaciones de Shell en la zona.

Además, documentos gubernamentales secretos afirman que gestionar vertidos de petróleo en aguas semicongeladas es “casi imposible”. Errores inevitables harían añicos el delicado ecosistema ártico. Para perforar el Ártico, las petroleras tienen que apartar los icebergs que sus plataformas encuentren en el camino, y derretir el hielo flotante con mangueras gigantes de agua caliente. Según Greenpeace,  ´´si permitimos que lo hagan, la llegada de un vertido catastrófico es sólo cuestión de tiempo. Ya hemos visto el daño extremo que han causado catástrofes como la del Exxon Valdez, el Prestige o la Deepwater Horizon. No podemos permitir que ocurra en el Ártico``.

Pesca industrial

Fishing, Greenpeace

Las flotas de pesca industrial están comenzando a pescar con redes de arrastre en aguas del Ártico.  

Pero el petróleo no es la única amenaza que sufre el Ártico. Las flotas pesqueras industriales y de arrastre están comenzando a surcar sus aguas, también gracias al deshielo. Los pobladores locales han pescado de manera sostenible durante miles de años, pero podrían ver amenazada su actividad si estas grandes flotas comienzan a explotar el océano Ártico.

Además, las artes de pesca que utilizan estos buques son las que más degradan el medio ambiente y cuyas consecuencias para los ecosistemas son más graves.
 
Por ejemplo, el arrastre, además de capturar ingentes cantidades de peces, genera un importante número de descartes. Esto también afectará a las especies de la zona que se alimentan de peces porque sus recursos se verán mermados y con ellos su futuro.

Actualmente, el valor bruto de la producción pesquera en la zona alcanza los 2.500 millones de dólares, y el 80% procede de las tres zonas marinas árticas que representan el foco principal de la exploración petrolífera en alta mar. En concreto se trata de Groenlandia occidental, el mar de Noruega y el mar de Barents.  Esta cantidad se puede incrementar considerablemente y, con ella, el peligro que se esconde detrás.

Conflictos

military

Los países árticos están armándose para un posible conflicto por el Ártico.

Según se ha podido saber por algunas de las filtraciones de Wikileaks, Estados Unidos ya está hablando en términos de “amenazas militares crecientes en el Ártico”, mientras Rusia predice una “intervención armada” en el futuro. La amenaza de guerra en el Ártico es real. Los países que bordean el Ártico están adquiriendo submarinos, cazas y rompehielos nucleares para reclamar el Ártico mediante la fuerza. Tanto Rusia como Noruega han anunciado “batallones árticos” para luchar por sus intereses nacionales. Junto a la creciente militarización, seis países están intentando hacerse con partes del Ártico sin reclamar, incluyendo el Polo Norte. Esas zonas ahora nos pertenecen a todos.

Campaña para que Naciones Unidas declare las zonas intactas del Ártico como Patrimonio de la Humanidad

Lanzada paralelamente el pasado 21 de junio en 40 países, la campaña Salva el Artico pretende lograr que las zonas no habitadas del Ártico sean declaradas como Patrimonio de la Humanidad por Naciones Unidas, tal y como se hizo con la Antártida hace 21 años.  En la presentación se hizo público el informe El Ártico, la última frontera, que destaca el papel fundamental del Ártico en el equilibrio climático del planeta y las amenazas a las que se enfrenta.

Para ello, esperar conseguir UN MILLON DE FIRMAS que se transcribirán en un pergamino que Greenpeace depositará en el fondo del mar bajo el Polo Norte en una cápsula del tiempo.

(Vídeo narrado por John Hurt)

Para firmar por el Ártico pincha AQUÍ.

Para más información descárgate el informe "El Ártico, la última frontera", pinchando AQUÍ.

Fotos: © Greenpeace.  

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