Guía verde de la alimentación bio

  • Escrit per ASEF- Cristina Hernáiz Valero. - vivalebio.com
  • Published in Zona Bio
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Petite Guide Bio de la ASEFEs mejor comprar no ecológico pero local o ecológico de la otra punta del planeta? Es o no aconsejable cocinar en el microondas? Qué alimentos se pueden compostar? Qué riesgos tiene no comer ecológico?

Para responder a estas y a otras muchas preguntas que los consumidores nos hacemos a menudo, la Asociación Santé Environnement France (ASEF), que reúne a más de 2.500 médicos y expertos en nutrición, ha publicado le Petit Guide Vert de la Bio-Alimentation (la Pequeña Guía Verde de la Alimentación Bio).

Una pequeña brújula -gratuita- para orientarnos en el camino hacia una dieta respetuosa con nuestra salud y nuestro entorno, que ofrece consejos básicos y recomendaciones sobre cómo comprar y elegir los alimentos, cómo conservarlos y cocinarlos o qué podemos hacer después con los desechos. A continuación recogemos algunos de ellos.

 

EN EL MERCADO

 

oferta2 Comprar barato sale caro

Según el estudio ´´Bio versus Discount`` realizado por la ASEF y France 3 en Junio de 2010, las personas que comen habitualmente de ´´oferta`` presentan una tasa elevada de ácido hipúrico, asociado a la absorción de conservantes alimentarios -la gama que va desde el E210 hasta el E219- incluidos en los alimentos industriales más comunes, como refrescos, caramelos, chicles, lácteos, bollos, patés y cremas de untar, platos precocinados, etc.

Estos conservantes se consideran también hoy la causa de diversos trastornos en el desarrollo neurológico infantil, como la hiperactividad o los problemas de atención y concentración.

Asimismo, en las personas que consumen alimentos industriales de oferta se observan altos niveles de ácido palmítico, presente en el controvertido aceite de palma, tan utilizado en la industria agroalimentaria por su bajo coste (puedes reconocer su presencia por la mención ´´aceite vegetal`` o ´´grasas vegetales``, sin especificar el tipo de vegetal).

Además de destruir los bosques tropicales con los monocultivos de palma de aceite  y de implicar la muerte de cientos de miles de orangutanes  (ver el artículo "Di NO al aceite de palma") , según la ASEF, el ácido palmítico del aceite de palma está asociado a mecanismos de resistencia a la insulina, como la diabetes de tipo 2 en los animales, la obesidad y trastornos cardiovasculares. Para colmo, inhibe los síntomas de saciedad, provocando una adicción que conduce a comer más.


SlowfoodKm0

 Adios, fast food

 La comida rápida o basura no sólo contamina gravemente el planeta con el despilfarro de energía, agua, embalajes y envases de plástico o aluminio, etc. que supone, sino también nuestro cuerpo.

Evitando los platos industriales prefabricados protegemos nuestra maquinaria de estas bombas cargadas de  sal, colorantes, potenciadores del sabor y, sobre todo, de ácidos grasos saturados, causa directa de obesidad, colesterol alto y sus trastornos cardiovasculares asociados.  

 

jaime.la.bio

 Piensa global, consume local

Teniendo en cuenta que todo consumo es contaminante, no hay duda de que consumir productos "Bio", ecológicos u orgánicos es la opción más sostenible y menos contaminante posible, pero, eso sí, siempre que sean locales y de temporada.

 Muchos productos bio que se suelen encontrar a la venta en las grandes superficies llegan de países remotos donde su producción y manufacturación sale más barata (es decir, que las grandes empresas de la agroalimentación ya están importando sus formas y maneras de negocio al sector ecológico, ante lo cual debemos estar alerta).

Es por ello que la ASEF recomienda mirar detenidamente el origen y poner en cuarentena lo ´´Bio`` de largo recorrido. En primer lugar, porque al tener que hacer largos trayectos, estos productos dejan una importante huella ecológica (por contaminación en el transporte, pérdida y despilfarro de parte de la producción, etc). Y, en segundo, porque después de viajar largas horas, muchos alimentos frescos pierden gran parte de sus cualidades nutritivas y organolépticas.

Por último, y aunque este problema se está superando a marchas trepidantes con la homologación del etiquetado bio en los diferentes continentes, hay que tener en cuenta que no todos los países del mundo tienen la misma reglamentación para la obtención de la certificación ecológica. 

 

supermercado

Ten presente que tú votas a diario con tu carrito de la compra

A menudo nos quejamos de no encontrar tal o cual producto en nuestro supermercado, pero la ASEF nos recuerda que nuestras elecciones cotidianas como consumidores determinan directamente los productos que los establecimientos nos ofertan.

Por ejemplo, comprando un kilo de manzanas ecológicas y locales, apoyamos a los pequeños agricultores bio de nuestra zona haciendo que el establecimiento vuelva a encargar su producto. Del mismo modo, cuando los consumidores rechazamos un producto, los proveedores no tardan en retirarlo del mercado, como se ha podido ver en el caso de los biberones con Bisfenol A, que han dejado de ser comercializados por muchas grandes marcas ante la negativa de los consumidores europeos a comprarlos.

Otro ejemplo muy significativo es el de los transgénicos, cuyo rechazo por los ciudadanos de numerosos países europeos (Alemania, Francia, etc) ha obligado a las grandes empresas agroalimentarias (Nestlé, Unilever, etc) a prescindir de ellos en dichos países, mientras siguen comercializándolos  –incluso en los alimentos y potitos infantiles- en países como España, donde los consumidores no presentan objeciones. 

 

bio.localLo bio también puede ser barato si sabemos organizarnos

Una buena manera de abaratar nuestra compra bio y a la vez apoyar a los agricultores ecológicos de nuestra zona es comprar directamente en los mercados ecológicos que van empezando a extenderse por todas nuestras ciudades, o bien apuntarnos a Cooperativas de Productores y Consumidores Ecológicos

En esta última modalidad, el consumidor suele pagar una cuota o hacer un pedido por adelantado de lo que consumirá en un determinado período de tiempo y recibe periódicamente una cesta de alimentos frescos, bio y locales directamente de la granja o la huerta. Esta fórmula permite al productor asegurar la venta de su producción y al consumidor ahorrarse los costes de intermediarios, además del derroche de energía y la contaminación generada por embalajes, transportes, etc. 

 

ELIGIENDO EL MENU

 

alimentacion infantil

Si consumes fruta y verdura no bio, lávala antes a conciencia

Un informe de la Dirección General de la Competencia, el Consumo y el Control del Fraude de 2009 estimó que el 52,1% de las frutas y verduras analizadas en Francia en 2007 contenían residuos de plaguicidas, y que el 7,6% sobrepasaban los niveles permitidos. Cada comida que se consume en Francia contiene 21 pesticidas! Según la ASEF, se trata de restos de plaguicidas, entre ellos, posibles o probables carcinógenos, tóxicos para el desarrollo y la reproducción, disruptores endocrinos o, incluso,  neurotóxicos.

Un estudio realizado por las Universidades de Harvard y Montreal en mayo de 2010 demostró también la relación entre la hiperactividad y la exposición infantil a pesticidas. La investigación, realizada en 1.139 niños de entre 8 y 15 años, concluyó que los niños expuestos a altas concentraciones de pesticidas en su dieta muestran alteraciones de la atención. Según la Academia Americana de Ciencias, la principal fuente de exposición infantil a los pesticidas es la dieta. Entre el 3 y el 7% de los niños en edad escolar que asisten a la escuela en los Estados Unidos sufren de hiperactividad. Además, esta produce efectos persistentes sobre el sistema nervioso y provoca trastornos de atención - causa de los déficits cognitivos.

Ten en cuenta siempre estos consejos a la hora de comprar frutas y verduras:

- Ver la etiqueta de certificación bio, ecológica  u orgánica.

- Consumir productos de temporada.

- Prioriza los productos locales, que dejan menor huella ecológica y son más interesantes a nivel nutricional.

- Privilegia lo bio en la medida de lo posible.

-  Si consumes productos no bio, lávalos muy bien para eliminar los pesticidas

 

cerdos.hacinados Reduce el consumo de carne

Al margen de las objeciones éticas que cada día más consumidores plantean al consumo de animales, la ASEF recuerda en su guía que nuestro excesivo carnivorismo es, según numerosos estudios,  la causa de diversos trastornos de salud. En concreto,  las aves de corral (pollos, pavos, gallinas) y los conejos no procedentes de la ganadería ecológica presentan altas tasas de antibióticos, que van a parar al consumidor al comerlos.

En cuanto a los cerdos y el ganado bovino, está demostrado que su consumo en exceso conduce al desarrollo de cáncer. En 2005, el estudio EPIC realizado por el profesor Elio Riboli de la Agencia Internacional para la Investigación contra el Cáncer demostró que el riesgo de padecer cáncer colorrectal es tres veces mayor entre los consumidores regulares de al menos dos porciones diarias de carne roja y embutidos (salchichas, etc) que en aquellos que sólo comían una ración a la semana.

Por supuesto, otro grave problema asociado al excesivo consumo de carne es el calentamiento global y la contaminación que provoca la ganadería industrial. De hecho, la ganadería es la segunda mayor fuente mundial de gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático que estamos padeciendo en esta era industrial.

Producir un solo kilo de carne de vacuno supone emitir 14.8 kilos de CO ², tanto como recorrer 121 km en coche. Además, el ganado requiere de una producción intensiva de cereales para alimentarse, lo que conduce a una creciente deforestación. El forraje o pienso es tratado con muchos tratamientos de plaguicidas, y, para contrarrestar la falta de higiene y de medidas sanitarias en las granjas industriales,  los animales son tratados con antibióticos, que favorecen la aparición de cepas bacterianas resistentes. Todo esto repercute en el agua, en particular, a través de las heces de los animales.

Es por todo ello que la ASEF recomienda seguir dos consejos básicos a la hora de consumir carne:

- Priorizar las carnes magras, como la del pavo y el pollo, y siempre procedentes de la ganadería ecológica, bio u  "orgánica" (que es tres veces menos grasa que la convencional y supone un trato más respetuoso con los animales y el medio ambiente).  

- Consumir menos de 300 gramos de carne por semana (según el Fondo Mundial de Investigación contra el Cáncer).

El atún rojo, seriamente amenazado por la sobrepesca

No esquilmes los mares consumiendo pescado sin criterio

Con nuestro carrito de la compra también podemos hacer algo muy importante por las especies marinas amenazadas, como el atún rojo, tan de moda hoy con el consumo de sushi, y otros tantos ejemplos. A este respecto, la guía bio de la ASEF recomienda decantarse por especies menos demandadas y procedentes de la pesca  sostenible (etiquetada con el sello MSC), fresca y local.

El consumo de pescado tampoco es inocuo para nuestra salud. En Francia, los peces de agua dulce (ríos y lagos) pueden estar contaminados por PCB's, tóxicos orgánicos persistentes prohibidos desde 1987 pero aún presentes en nuestras aguas. 

Dada la toxicidad de los metales pesados y de los PCB, la ASF recomienda a los consumidores en general y a las mujeres embarazadas en particular no comer más de una ración semanal (150 gr) de especies depredadoras (como el rape, el emperador, el atún, la trucha, el pez gato..) , que son las más contaminadas, y, sobre todo, diversificar lo más posible las zonas de aprovisionamiento: mar, río, lago, etc.

  - Evita consumir más de una vez a la semana peces de agua dulce o de especies depredadoras (especialmente si estás embarazada).

Evita las especies de moda, como el atún rojo, en vías de extinción.

-  Prioriza los productos que lleven la etiqueta MSC (y asegúrate de que estén sellados para evitar fraude), garantía de pesca sostenible.

 

LAS BEBIDAS 

 

coca cola ligth

 Los refrescos... son peligrosos para la salud?

Durante mucho tiempo hemos sabido que el consumo de bebidas gaseosas azucaradas provocaba obesidad y diabetes, como han demostrado numerosos estudios. Pero ahora los informes médicos están comenzando a arrojar datos muy preocupantes sobre las  bebidas light, en especial sobre las que contienen acesulfamo-k (E950), potencialmente cancerígeno, ácido ciclámico (E952), perturbador endocrino y posible cancerígeno, y aspartamo (E951), un aditivo alimentario que se empieza a sospechar muy peligroso para la salud,  también presente en los chicles sin azúcar,  los cereales para el desayuno, los yogures desnatados de sabores,  los sustitutos en polvo del azúcar... Su uso ha sido asociado  a hiperactividad infantil, síndrome de piernas inquietas, migrañas, insomnio,  fibromialgia y problemas neuromusculares varios. 

Vinos bio, by F.Sternbald, VivaLeBio Magazine

 El vino diario... que sea ecológico! 

Un estudio realizado en marzo de 2008 sobre 40 vinos franceses de distintos precios y modalidades - 34 de ellos, elaborados con uvas de agricultura convencional, y otros 6, elaborados con uvas de agricultura ecológica- concluyó que el  100% de los vinos convencionales analizados estaban contaminados de pesticidas. Es más: Los niveles de contaminación eran 5.800 veces más altos que en el agua potable!

Sin embargo, el vino ecológico analizado pasó triunfador el test y demostró estar libre de pesticidas, a excepción de uno de ellos, que había sido contaminado por la fumigación de un cultivo convencional cercano.

Conclusión? No es un peligro tomarse un vinito convencional de una gran cosecha de vez en cuando, pero, sin duda, para el consumo diario es recomendable pasarse a los vinos ecológicos, que, además de tener ya unos precios muy asequibles en el mercado (puedes encontrarlos a partir de 4 euros o incluso menos), han alcanzado unos niveles de calidad altísimos, como pudo verse en la última edición del Premio Internacional del Vino Ecológico Mundus Vini BioFach, donde los caldos bio españoles resultaron triunfadores.

 

CONSERVANDO LOS ALIMENTOS  

polycarbonate

 

Prioriza los envases de vidrio

 La mayoría de los revestimientos de los botes y latas de conservas contienen Bisfenol A (BPA), un perturbador endocrino potencialmente cancerígeno, además de aluminio, altamente neurotóxico. En Octubre de 2011, la Asamblea Nacional de Francia votó una proposición de ley para prohibir el Bisfenol A en los envases alimentarios a partir de 2014. 

También numerosos tupperwares y recipientes alimentarios de plástico contienen Bisfenol A,  que, bajo el efecto del calor, « migra » desde el contenedor al contenido, de forma que los consumidores acabamos ingiriendo una buena parte al comer! Es por ello que los expertos nutricionistas de la ASEF recomiendan priorizar al máximo los platos, tuppers y envases de vidrio

EN LA COCINA…

microondas

 

Es aconsejable el microondas para cocinar y hervir alimentos ?

La principal toxicidad del microondas procede de que no está herméticamente cerrado y emite ondas electromagnéticas en su entorno, si bien el riesgo de permanecer cerca de él cuando está en marcha no ha sido lo suficientemente evaluado.

En este capítulo,  la ASEF recomienda no utilizar el microondas para cocinar los alimentos , sino únicamente para recalentar bebidas, agua, sopas o platos ya cocinados.

Qué ocurre si se mete plástico en el microondas?

Tanto si se trata de un plato como de un envase, sólo deben ser utilizados los productos plásticos oficialmente declarados compatibles con el microondas. Pero incluso así, la ausencia de toxicidad nunca es segura! En todos los casos, se aconseja optar por los platos y envases de vidrio. Es también preferible usar un plástico de campana adecuado en el microondas que láminas o films de plástico.

Cuales son los mejores métodos de cocción ?

Toda cocción a temperatura excesiva destruye los ácidos grasos esenciales, como los omega-3, así como dos tercios de las vitaminas (en el caso de la parrilla y barbacoa). Además, la cocción a altas temperaturas produce compuestos de carbono tóxicos y potencialmente cancerígenos (hidrocarburos policíclicos, aminas heterocíclicas, reacción de Maillard, acrilamida ...). Sólo la cocción a baja temperatura (vapor) garantiza el respeto máximo de las propiedades del alimento.

papillotes

Papillotes, sí, pero no con papel de aluminio!

Para compartimentar o envolver alimentos en el horno (la fórmula que los franceses llaman "papillots") , es preferible usar papel sulfurizado (papel de horno o vegetal) en vez de papel de aluminio, ya que, al calentarse, el aluminio puede migrar a los alimentos, sobre todo si se añaden elementos ácidos,  como el limón. 

 Puedo hacer barbacoas sin riesgo?

Para las barbacoas, la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de Francia recomienda utilizar carbón vegetal purificado con más de 85% de carbono en lugar del carbón ordinario.

induccion

 

Son seguras las placas de inducción ?

 Las placas de inducción emiten campos magnéticos de frecuencia media (20 a 100 Hz). Varios estudios han demostrado que es posible que estos últimos tengan un impacto en los marcapasos. Si es tu caso, asegúrate de emplear sartenes o cacerolas adaptadas y de mantenerte a una pequeña distancia prudencial de las placas!

 Y los utensilios de aluminio?

Cocinar o hervir alimentos en cacerolas o placas de aluminio dañadas o rayadas puede suponer un riesgo para la salud, ya que el aluminio puede migrar a los alimentos, especialmente si son ácidos. Para evitarlo, se recomienda cuidar y cambiar periódicamente el menaje de cocina. El aluminio también está presente en el envasado y embalaje de alimentos (latas, botes ...), por lo que se aconseja no almacenar alimentos ácidos en estos recipientes.

LOS DESECHOS

Aparte de reciclar selectivamente los desechos y envases de plástico, papel, cartón, pvc, metal, etc como ordena la normativa de nuestro municipio, una buena forma de reducir nuestras basuras orgánicas es la fabricación de compost casero, consiguiendo así un humus de alta calidad 100% gratuito y mejor que cualquier fertilizante químico para tu jardín o huerto. Pero, atención, porque no todos los desechos orgánicos son óptimos para compostar...

NO debemos compostar:

 Carne, pescado, huesos, materias grasas animales o vegetales, lácteos, plásticos y latas.

Sí podemos compostar:

Cáscaras, pieles y restos de frutas y verduras (excepto las demasiado ácidas, como los cítricos o los plátanos), cáscaras de huevos, de mariscos y de frutos secos, bolsitas de té, posos de café, cajas de huevos (sólo las de cartón!!), papel de wc y de cocina.

 

Traducción y adaptación: Cris H. V. © VivaLeBio MaGazine.

Fuente:  "Le Petit Guide Vert de la Bio-Alimentation" de la Asociación Santé Environnement France (ASEF). 

 

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